Mantenimiento del sistema de frenos.
El sistema de frenos es uno de los principales elementos de seguridad activa del vehículo. Entre sus distintos componentes, los materiales de fricción como los discos y las pastillas requieren un mantenimiento y sustitución periódica ya que están sujetos a desgaste.
Para que el sistema de frenos funcione siempre de forma adecuada, es necesario mantener los discos y las pastillas en perfectas condiciones. De hecho, con cada frenada, la fricción provoca un consumo de material, tanto por parte de las pastillas como del disco.
Para no perjudicar el funcionamiento correcto del sistema de frenos, cuando se alcanza un determinado límite de desgaste se deben sustituir los discos y las pastillas de freno.
Cuándo sustituir los discos y las pastillas
Se recomienda controlar los frenos cada 15.000/20.000 kilómetros, si bien deberá realizarse inmediatamente cuando se produzcan vibraciones. Las principales señales que indican el desgaste o deterioro del disco y las pastillas son:
• encendido del testigo de señalización (si lo hay, y solo para las pastillas)
• ruidos durante la frenada
• presencia de vibraciones
• presencia de líneas circulares profundas o grietas radiales en la banda de frenado
• señales de sobrecalentamiento
En determinados casos, también el nivel del líquido de frenos puede facilitar información útil sobre el desgaste de los discos y las pastillas.